Una gran cantidad de pequeños poblados y villorrios agrícolas con actividades ecoturísticas, agroturismo, atractivos naturales, culturales y la fuerza de las tradiciones campestres con orígenes de la cultura diaguita, podrás conocer en el Valle del Huasco, el “Jardín del Desierto de Atacama”.
El valle presenta un sorprendente paisaje de especies cetáceas, la mayoría endémicas que cubren las lomas y quebradas desérticas en donde, en un año lluvioso, se ven acompañadas de una gran diversidad florística asociada al fenómeno del “Desierto Florido”, principalmente en el área del Parque Nacional Llanos de Challe.
Más al sur, la Caleta Chañaral, al interior de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, te invita a compartir con la fauna marina constituida por delfines nariz de botella, ballenas, pingüinos y aves de diversas especies.
Servicios de alojamiento puedes encontrar en la ciudad de Vallenar, como en la localidad de Alto del Carmen y en Huasco, la ciudad con una hermosa costanera y excelente gastronomía en base a frutos del mar.
Si deseas agregarle más calor humano a la visita, degustar frutas, licores y una rica gastronomía en cocinas solares, visita entonces Alto del Carmen, capital de la comuna del mismo nombre, ubicada a 40 km al sur este de Vallenar, gran parte de los cuales bordean el embalse Santa Juana.
En esta comuna, existen dos grandes rincones, el Valle del Carmen, cuya tradición se remonta a encomenderos españoles y el Valle del Tránsito, de raíces indígenas que se pierden en la historia.
A medida que te internas en la comuna, puedes apreciar la arquitectura tradicional: casas de adobe, techos recubiertos de barro y pircas que cruzan aldeas y caseríos, rodeadas de viejos pimientos, algarrobos y chañares, que refrescan el ambiente.
Aquí descubrirás los mejores piscos artesanales de Chile, el hogar del gran pisco Horcón Quemado y del Pajarete, un vino asoleado de exquisito bouquet, junto al licor de níspero.
Además, podrás degustar los exquisitos frutos del norte, entre los cuales se cuentan uvas, damascos, duraznos, naranjas, limones, paltas, nueces y frutos secos, como higos, pasas y huesillos.
Penetrando en sus valles, descubrirás quebradas donde afloran milenarios fósiles marinos y cumbres cuyas rocas muestran misteriosas inscripciones de sus antepasados, como es el caso de las quebradas de Pinte y La Totora. Los majestuosos macizos andinos dejan ver en sus laderas numerosos cactus hasta donde llegan vizcachas y guanacos.
Cabe destacar que el mármol de estas tierras se conoce como el más puro de Chile, con tonalidades que van desde el blanco purísimo hasta el rojo. Los poblados de Alto del Carmen conservan la magia y tradiciones de este rincón del país, especialmente la religiosa, por lo cual los visitantes pueden encontrar más de 20 fiestas de este tipo en el transcurso de año.