La isla Robinson Crusoe es la más importante del archipiélago Juan Fernández, famosa por sus sitios de buceo, su vida silvestre y sus leyendas en torno a piratas y tesoros.
Antiguamente llamada “Más A Tierra”, el nombre de Robinson Crusoe se debe al libro del escritor Daniel Defoe, donde relata las aventuras de un náufrago que es abandonado en una isla que abraza el Océano Pacífico en completa soledad.
¡Quizás sea el secreto mejor guardado de Chile! Este es el lugar perfecto para los aventureros, un territorio prácticamente virgen, un tesoro natural que espera ser descubierto, donde se reúne el mayor número de especies marinas únicas del mundo.
Los acantilados costeros de Robinson Crusoe tienen una frondosa vegetación endémica, plantas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Sus hermosas playas ofrecen uno de los mejores lugares para bucear en la Región de Valparaíso, Chile y Sudamérica.
Es un lugar para desconectarse del mundo y disfrutar de la naturaleza en completa soledad. Sus aguas cristalinas proveen una rica vida subacuática donde vive el lobo marino de dos pelos, especie endémica de Juan Fernández. Las costas de la isla Robinson Crusoe ofrecen un escenario para la práctica de actividades deportivas ligadas con el mar, cuya biodiversidad submarina atrae a buzos de todo el mundo, mientras la langosta atrae a aficionados a la pesca deportiva en algunas épocas del año.
Sus rutas de trekking por zonas casi vírgenes —como el Cerro Centinela, Punta de Isla y Puerto Francés— dan cuenta de una enorme biodiversidad endémica de extraordinaria belleza.
Alrededor de 900 habitantes se concentran el poblado de Juan Bautista. Muchos de ellos viven de la pesca de la langosta o de excursiones que permiten que visitantes pesquen su alimento y luego lo preparen en las cocinillas dispuestas en las embarcaciones llamadas “chalupas”.
También se puede probar el “perol”, una deliciosa carbonada hecha a base de langosta, o empanadas de cangrejo dorado.
El archipiélago Juan Fernández incorpora además la isla Alejandro Selkirk, el islote Santa Clara, y otras menores, siendo Robinson Crusoe la única habitada. Fue declarada por la UNESCO como Reserva Mundial De La Biósfera con el objetivo de realizar estudios y conservar la naturaleza.