Un oasis en en medio del desierto más árido del mundo, rodeada de limoneros, historia y en su corazón una exquisita piscina termal.
Pica, ubicada exactamente a 114 kms. de la capital de Tarapacá, se convierte en un lugar privilegiado, dueño de una gran riqueza minera y tierras fértiles, donde sobresalen la producción de mangos, tángelos, naranjas y limones.
Sus principales localidades son Pica y Matilla, que datan de 7 mil años, cuando los indígenas que vivían ahí, debido a los grandes cambios climáticos y oasis en la zona, lograron cultivar la tierra y criar animales.
Pero si de atractivos turísticos hablamos, tanto la gastronomía y paisajes, como el patrimonio cultural, son sus protagonistas. Uno de sus principales lugares es la Cocha Resbaladero, gran piscina natural formada por rocas y con agua semitermal con una agradable temperatura de 30°C. Sus aguas provienen de fuentes subterráneas, las que poseen propiedades medicinales y relajantes. Cientos de visitantes se relajan y disfrutan de sus beneficios para la salud cada año, donde el llamado es sólo a olvidar las tensiones.
Otro de los principales atractivos es la Iglesia de San Antonio construida en 1887 y ubicada en la localidad de Matilla. Posee un estilo neoclásico y con pinceladas de barroco, además de su hermoso campanario de piedra. Y por último, y uno de los lugares más visitados de Pica, es el llamado «Gólgota del Reencuentro», un santuario religioso que representa el Monte Calvario. Un sitio ideal para quienes deseen meditar y reflexionar sin importar la religión.
Y para recordar sus exquisitos sabores y frutas, en la plaza de Pica venden pulpas de limón, jugos, dulces, tángelos en malla y mangos. Exquisitos productos para degustar el paladar con las frutas del norte de Chile.