El sector compuesto por los Islotes, la Lobería y la Iglesia de Piedra en el borde costero de Cobquecura, es un escenario natural de gran valor para la conservación de la diversidad ecológica de la zona, pues éste constituye el hábitat de diversas especies de algas y animales marinos, entre los que destaca el lobo marino de un pelo. En 1992, la zona descrita fue declarada Santuario de la Naturaleza, con el objetivo de preservar su biodiversidad.