Hoy te proponemos tomar nota y planificar un viaje a Jeinimeni. Sigue leyendo, ¡te va a gustar!
Levántate a las 7 am para tomar un buen desayuno. Luego, dirígete rumbo al circuito Piedra Enclavada – Cueva de Las Manos – Valle Lunar. Te recomendamos reservar un tour con emprendedores locales certificados por Sernatur que conozcan el sector.
El primer desafío: un trekking de 7 kilómetros, caminando entre valles y quebradas, sin presencia de otros humanos a tu alrededor. Imagina un cóndor sobrevolando, acompañando tu ruta desde las alturas. Hemos llegado a nuestra parada: la Piedra Enclavada, una formación rocosa de 40 metros de altura, en medio de la pampa.
Por aquí cerca se encuentra la Cueva de las Manos, donde encontrarás pinturas rupestres dejadas por los Tehuelches, antiguos habitantes nómadas de Aysén y que están completamente extintos. Es muy frecuente que al ascender se divisen manadas de guanacos y otros animales propios de la estepa.
Seguimos caminando hasta llegar al otro Valle de la Luna. Por momentos vas a olvidar que estás en el sur y te sentirás como si estuvieras en los áridos paisajes del norte de Chile.
¡Pero esto sigue siendo la Patagonia!
El Valle Lunar se caracteriza por sus formaciones rocosas de tonos rojizos, llenas de agujeros; arenas blancas, pronunciados acantilados… No te darás cuenta, pero habrán pasado una o dos horas desde que te sentaste en una roca y te perdiste en la inmensidad de un paisaje sobrecogedor que quita el aliento.
La ruta hasta aquí es de mediana dificultad, por eso es recomendable que lleves zapatos adecuados, cortavientos, bloqueador, un snack, agua y un cargador portátil para el teléfono, porque vas a sacar decenas de fotos de los diferentes paisajes alrededor del Valle Lunar.
El siguiente desafío es ir a la Reserva Nacional Lago Jeinimeni para almorzar. Y si aún te queda energía, te proponemos una aventura en mountain bike por la rivera de laguna Jeinimeni. Si estás cansado, puedes volver al día siguiente con otro tour que incluya este delicioso almuerzo.
La reserva tiene una extensión que supera las 160 mil hectáreas, en las cuales es posible encontrar la mayor biodiversidad de la región y los cuatro ecosistemas de Aysén: bosques siempre verde, bosques caducifolios, estepa y altas cumbres.
Además, puedes acampar junto a lagos de color turquesa, rodeado por lengas, ñirres y calafates. Si pones atención, quizás puedas divisar una ratita de pie sedoso o un zorro gris.
Para llegar al Valle Lunar y a la Reserva Nacional Lago Jeinimeni, se debe salir de Chile Chico en dirección al paso fronterizo Río Jeinimeni, y aproximadamente a 3 kilómetros tomar el desvío hacia la derecha que indica la llegada al aeródromo por la ruta X-753. De ahí en adelante sigue en vehículo por otros 20 o 30 minutos, mientras el paisaje cada vez nos acerca más a la idea de que estamos en el norte del país. Pero no: este es uno de los imperdibles de Aysén. El Valle Lunar, el otro valle que sorprende a más de 3600 kilómetros de su hermano nortino.