Día 1

Tradiciones y nuevos descubrimientos

AM
Como vamos a recorrer un itinerario que irá en ascenso desde el nivel del mar hasta los 3000 metros de altura, la salida debe ser muy temprano para aprovechar el día e ir haciendo paradas aclimatándonos a la altura gradualmente. Tomamos la ruta 5 norte en dirección al valle de Lluta Ruta CH-11.

Nuestra primera parada será a la altura del km 13, ¿la razón? bajarse y observar desde la carretera los paneles de geoglifos de Lluta, arte rupestre ubicado en la ladera norte y visibles desde lejos, donde se pueden apreciar perfectamente figuras antropomorfas como el Águila , el Gigante, símbolos abstractos con una data de 1.000 años d.C. Sacamos la foto de rigor y continuamos viaje a lo que fue un asentamiento preincaico, la Aldea Molle Pampa y Poconchile cuyo principal hito arquitectónico es la iglesia de San Gerónimo, del s. XVII (1605) y su cementerio.

Continuamos nuestro viaje y llegamos a la segunda parada, el pukara de Copaquilla (En quechua “polvo color ceniza”), emplazado en una zona de acantilados de 150 metros de profundidad. Este es un complejo arqueológico ubicado a 3000 metros de altura construido en el siglo XII. Luego de esto, avanzaremos hasta los vestigios del Camino del Inca el Tambo de Zapahuira, construido en el siglo XVI que funcionaba como albergue para los chasquis mensajeros del imperio que recorrían territorios portando información e instrucciones.

Llegamos a Socoroma,  nuestro destino en lengua aymara significa “Agua que corre” (chukuruma), no tiene más de 112 habitantes y la estrella del lugar es el cultivo del orégano en andenes (terrazas) que por su ubicación, altura y gran oscilación térmica, la planta se estresa y desprende un intenso aroma que impregna todo el lugar. Lo mejor, es que se cultiva dos veces al año y es posible participar de la cosecha viviendo esta particular experiencia.

PM

Socoroma es un lugar que invita a la total desconexión del mundo urbano, con una comunidad empoderada,  por lo mismo es hora de compartir con ellos y la mejor forma es disfrutando de una almuerzo donde la “Tía Emilia”, destacado en el concurso Mujer Empresaria Turística 2020 de Sernatur donde podrás degustar lo mejor de la gastronomía tradicional con productos agrícolas de temporada y una estadía en medio de un ambiente rural. Con ella se pueden conocer las leyendas de la cultura aymara, caminar tramos del Qhapaq Ñam y aprovechar al máximo esta visita.

Si puedes, programa tu viaje con alguna de las festividades que se realizan en este poblado, como: Pachallampe o siembra de la papa, Semana Santa, Cruz de Mayo, Todos los Santos, Corpus Christi y la fiesta más importante, la celebración del patrono del pueblo San Franciscos de Asís, cada 4 de octubre, que mezcla tradiciones originarias como la chalta, la wilancha y ceremonias de origen hispano como la bendición de las velas, celebración de la misa y la procesión del Santo en andas por las calles del pueblo. Por último, en febrero con la celebración del Carnaval Expresión Cultural Aymara. ¡Toda una aventura!

¡Buen viaje y mejor experiencia!