Para conocer un poco más sobre el mundo de la cueca chilena y los cuequeros, Carmen Araya dueña del restaurant El Huaso Enrique, ubicado el sector del Barrio Yungay, en la región Metropolitana y Damaso Fernández, presidente de organización de cuequeros de Yungay, en la región de Ñuble, nos contaron cómo es vivir en torno a la cueca, sus anécdotas, cómo es la vida de un cuequero y una cuequera y cómo la cueca chilena ha influido en sus vidas.
¡Ahora, saca tu pañuelo y ponte a zapatear, porque esta entrevista va a comenzar!
Carmen Araya: Con la cueca en la sangre
Dueña del famoso restaurante llamado el Huaso Enrique, Carmen Araya ha visto con sus propios ojos el auge de la cueca a través de los años, ya que su restaurante es hasta el día de hoy el epicentro de la cueca chilena.
¡Uyuyuy, ayayay! Carmen nos contará qué otras historias hay.
¿Cómo conoció la cueca y cómo ha influido en su vida?
El tema de la cueca para mi es súper particular, porque en el año 2006, a raíz de la muerte de mi hermana, yo me tuve que hacer cargo del restaurante y ahí recién me vine a interiorizar con el tema de la cueca. Lo que más llamaba la atención de esa época, era que los universitarios estaban muy interesados en este baile nacional.
Venían a bailar a tomar clases de cueca personas de todos lados, de diferentes edades y clases sociales, hasta punkis vi una vez bailando. Pero lo que más me llamó la atención es que esas personas que venían, andaban buscando pertenecer a algo, era como una búsqueda de identidad, necesitaban algo que les reafirmara que son chilenos.
Durante muchos años nos visitaron Mario Rojas y Héctor Pávez, ambos grandes músicos chilenos destacados en folklore y música popular chilena, los cuales fueron los impulsores de la cueca urbana.
¿Cómo ha mantenido con el pasar de los años la tradición que dejó su padre en el restaurante?
Nosotros como familia partimos en 1952 como un restaurante tipo picada, de comida chilena, el cual fue fundado por mi papá Enrique Araya, más conocido como el Huaso Enrique. Desde esa época siempre hubo músicos y cantantes de cueca como Mario Catalán, fiel representante de la cueca chilena típica y la cueca brava.
Pero con el transcurso del tiempo, la gente comenzó a venir al restaurante no solo a comer, sino que también por el tema de la cueca, convirtiendo a este lugar “en algo tradicional” para mucha gente, un lugar para aprender a bailar, comer y escuchar cueca chilena.
¿Cómo se siente usted al saber que la gente percibe su restaurante como un lugar de encuentro para bailar y escuchar cueca?
Mira, ha venido mucha gente famosa a mi restaurante, desde políticos, actores y gente de la tele. Todos quedan fascinados con el hermoso mural que tengo dentro del local, que fue pintado por Fernando Allende como homenaje a la cueca y a los primeros cuequeros.
A causa de eso una vez el Rumpi me dijo “Tú tienes la Capilla Sixtina de los cuequeros”.
¿De qué manera usted cree que la gente podría interesarse más por la cueca y cómo se podría difundir más?
Yo creo que le falta difusión radial. Le daría un espacio por obligación en todas las radios del país, por lo menos una vez al día, en cierto horario, para así difundir nuestra música nacional al igual que lo hace en otros países de Latinoamérica que demuestran su orgullo nacional a través de su música y valorando su folklor. Eso ayudaría a que más personas se interesen por ser cuequeros y por la cueca chilena.
Por ejemplo, nosotros hemos realizado concursos de cueca y desfiles de trajes de cueca. Gracias a eso ahora hay muchos grupos que se han consagrado y que partieron aquí, como La Gallera, Los Canallas de la Cueca y muchos más.
¿Tiene algún rito o tradición con referente a la cueca?
La primera semana antes de las fiestas patrias tenemos muchos grupos cuequeros en vivo durante todo el 17 de septiembre. Antiguamente, siempre venía a tocar la agrupación Las Palmeras de Rancagua, tradición que logramos mantener por muchos años.
Era una gran fiesta, algunas personas venían a comer y otras bailando, pero a las 12 de la noche, todos con mucho respeto y solemnidad se paraban y cantaban el himno nacional y la canción feliz cumpleaños. Esa tradición la saqué de mi mamá, ella lo celebraba con gorros de cumpleaños, serpentinas y música, todos los años.
Ahora nosotros lo hacemos cada año para celebrar nuestro día patrio que es como nuestro cumpleaños. Somos el único lugar que lo hace y a la gente le gusta mucho, lo disfrutan y se pelean por venir, todos los años se llena de gente celebrando con cuecas y bailes.
Damaso Fernández Ramírez: Compitiendo por un sueño
Presidente de organización de cuequeros de Yungay, Damaso Fernández nos contó un poco sobre el mundo de las competencias de cuequeros y cuequeras y cómo la cueca ha cambiado su vida.
¿Cómo conoció la cueca y qué significa para usted?
La cueca para mí, aparte de ser el baile nacional de mi país, parte de mi cultura y de mis costumbres, representa una expresión de lo que quieren decir las personas. A mí veces me preguntan cuántos campeonatos he ganado y a mi eso me da lo mismo, yo bailo cueca porque me gusta.
Creo que la cueca se lleva en el alma, es un sentimiento. De hecho hay mucha gente que se sorprende cuando me ve bailando cueca en enero, diciéndome que aún no es septiembre, pero… ¿Quién dice que la cueca se debe bailar solo en septiembre? Cualquiera puede bailar cueca, cuando y donde quiera.
¿Tiene algún rito o tradición con referente a la cueca?
Sí, por ejemplo el año nuevo lo partimos con una cueca, esta es una tradición familiar. Nosotros bailamos un pie de cueca, generalmente cuando uno habla de pie, son 3 cuecas y lo bailamos en la casa para partir el año. En mi familia mis 5 hijos saben bailar cueca chilena, 3 de ellos se dedicaron a competir de manera profesional.
¿De qué manera en nuestro país podríamos tener más cuequeros y cuequeras?
Entre los 12 y los 15 años tú puedes formar buenos bailarines de cueca, por eso, yo tengo el sueño de hacer un campeonato nacional aquí en Yungay, donde la gente venga a bailar cueca, a conocer la región y transmitirle que las competencias de cueca deben una instancia para compartir con amigos y familiares. De esta manera podríamos promover el turismo, la cultura y la cueca chilena.
Otra idea sería incluir la cueca en eventos cotidianos, como por ejemplo, en inauguraciones de eventos nacionales o comunales donde bailaría una pareja de cuequeros para que la gente los interiorice como parte de sus raíces y pase a ser una tradición nacional.
¿Qué le falta a Chile para reconocer a los cuequeros y cuequeras?
Aquí hay una cultura muy rica, por ejemplo, en Yungay tenemos a Lucho Castillo. Él se hizo conocido porque salió en la televisión, pero lo que más importa es que él fue ganador hace muchos años en Arica y nadie se enteró, de hecho en esa región ya llevan más de 53 años de campeonatos, por eso de ahí salen las parejas que bailan en la parada militar.
Otro caso es que aquí en Yungay se desarrolla el Campeonato Chavelita, en honor a una persona que murió bailando cueca, pero mucha gente de la zona no sabe por qué el campeonato se llama así y por qué es tan importante aquí en Yungay.
