Día 2
Gastronomía lafkenche
Parte tu día temprano, antes de que se despierten las aves. Las instalaciones de la comunidad Mateo Nahuelpán se encuentran junto al humedal, donde existen casetas de observación que son el sitio perfecto para ver cómo las aves comienzan a alimentarse con las primeras luces del día.
Cuando la marea permita navegar, puedes hacer una excursión en kayak, lejos la mejor manera de conectarse con este sector, entrar a pequeños cursos de agua entre los pajonales ribereños y no perturbar a las aves. Tu guía de la comunidad te enseñará cada una de las aves y porqué es importante respetarlas y cuidarlas, ya que junto a todos los elementos somos parte de un gran engranaje que se mueve en armonía.
Puedes continuar aprendiendo de nuestra forma de mirar la vida degustando un almuerzo tradicional en la ruka de la comunidad. Junto a los sabores del mar y un buen mate aromatizado con hierbas medicinales, escucharás los relatos del terremoto y maremoto de 1960, que cambiaron la fisonomía para siempre de este lugar.
Por la tarde toma el camino de regreso hacia Carahue y dirígete al sur por la Ruta S-46 hacia lago Budi. Pasada la localidad de Puerto Domínguez, encontrarás la entrada a mano derecha hacia la comunidad de Llaguepulli, que concentra el turismo ancestral en la zona.
Este es el lugar perfecto para terminar tu día descansando en una ruka tradicional mapuche. No solo podrás compartir con tu familia en torno al fogón, sino que varias de las rukas están acondicionadas con camas y cocina, pudiendo vivir una experiencia auténtica de nuestra cultura.