Día 1

Puerto Montt y Puerto Varas te reciben con los brazos abiertos

La aventura parte en el aeropuerto El Tepual de Puerto Montt, al cual te recomendamos llegar bien temprano desde tu región de origen para aprovechar el día. ¡Recuerda que los vuelos entre Santiago y la ciudad de Puerto Montt duran un poco menos de 2 horas!

Una vez en el sur de Chile, el aire fresco y la brisa marina de Puerto Montt te abrirán el apetito, aquí el mercado presidente Ibáñez se vuelve parada obligada para recargar energías, disfrutar de la exquisita gastronomía marino y continuar tu viaje a Puerto Varas.

Puerto Varas, además de contar con una vista privilegiada hacia el lago Llanquihue, cuenta con una variada oferta gastronómica, bares, casino y todo lo que necesitas para divertirte como más te guste.

Solo, en familia o con amigos, es una verdadera joya del sur de Chile y se le conoce como la ciudad de las rosas, dado que estas flores están repartidas por todas partes.

Día 2

Una fauna y vegetación única en las cercanías de Puerto Varas

La segunda jornada estará llena de aventuras con avistamientos de la fauna y vegetación local. ¡Toma un desayuno abundante y prepara tu celular con la batería a tope!

Para esta jornada, te tendrás que trasladar hasta el sector de la laguna La Poza. ¡Se trata de un agua manantial ubicada a sólo 20 minutos del centro de Puerto Varas! Es ideal para practicar kayak o stand up paddle (SUP).

Los recorridos en kayak, por ejemplo, suelen tener una duración de varias horas. Podrás ir a tu ritmo y avistar con tranquilidad aves mágicas del sur de Chile, como el mítico Martín Pescador, conocido por ser un hábil cazador de peces y zambullirse en búsqueda de su presa.

Probablemente estés un poco cansado o cansada, por lo que te sugerimos almorzar en Frutillar, donde cuentan con muy buena gastronomía, la cual se ha visto influenciada por los colonos alemanes que llegaron a este lugar.

También es un excelente poblado para conocer de cerca la funga chilena, sus colores y sabores únicos.

Día 3

Relajo termal en la Carretera Austral

Conocida por ser la puerta norte de la Carretera Austral, la localidad de Hornopirén tiene gran cantidad de destinos aventureros que no te puedes perder.

Comenzamos el tercer día de aventuras con un recorrido en vehículo de más de tres horas por una de las rutas escénicas más hermosas e increíbles del mundo. ¡En el camino encontrarás miradores para admirar en primera persona la Carretera Austral!

Una vez en Hornopirén, te recomendamos visitar las termas de Pichicolo donde estarás rodeado de la naturaleza indómita de esta zona.

Recuerda que funciona de martes a domingo y durante los días festivos. ¡Sus aguas termales tienen propiedades curativas y relajantes, ideales para descansar en sus piscinas!

Con el cuerpo completamente relajado, cierra tu increíble día cenando en alguno de los restaurantes de Hornopirén, famosos por su hospitalidad.

Día 4

Último día de aventuras en Hornopirén: El impresionante Río Blanco

El viaje está por llegar a su fin, pero aún queda una última parada para cerrar con broche de oro antes de regresar a Puerto Montt: el poderoso y cristalino Río Blanco, una joya natural ubicada a solo 10 kilómetros de Hornopirén.

La aventura comienza en el puente que cruza este caudaloso río de aguas turquesas. Desde ahí parte un trekking de 6 kilómetros (12 ida y vuelta), de dificultad baja y duración aproximada de 4 horas, perfecto para despedirse de la naturaleza patagónica con una caminata inolvidable.

A lo largo del sendero, los sonidos del agua y del bosque guían cada paso, hasta que, como recompensa, aparece ante tus ojos una imponente cascada doble, una de las más hermosas de la zona. ¡Prepárate para sacarte fotos épicas!

¿Buscas más adrenalina? El Río Blanco también ofrece la posibilidad de hacer rafting, desafiando sus corrientes torrentosas en una experiencia cargada de emoción y paisajes salvajes.

Después de vivir una experiencia única, es momento de regresar a nuestro punto de partida y preparar la próxima escapada.