Un nuevo parque nacional con espectaculares paisajes fue creado por el Gobierno para conservar la biodiversidad y fomentar el turismo de aventura, outdoors y de intereses especiales que están siendo demandados en el extremo sur de Chile.
La riqueza natural de Chile es protegida dentro del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, creado y administrado por la Corporación Nacional Forestal, Conaf. El Sistema tiene en la actualidad 101 unidades, distribuidas en 37 Parques Nacionales, 49 Reservas Nacionales y 15 Monumentos Naturales. En total cubren una superficie aproximada de 14,5 millones de hectáreas, prácticamente el 20% del territorio nacional.
El Parque Yendegaia, gestado en el marco del programa Legado Bicentenario, está constituido a partir de terrenos fiscales por una superficie de 111.832 ha, y la donación modal al fisco de la pn yendegaiaestancia Yendegaia, propiedad de la fundación del mismo nombre.
Sus terrenos colindan con el parque nacional argentino Tierra del Fuego, lo que posibilita la creación de un Parque Transfronterizo o «Parque para la Paz», según el estándar definido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El parque está constituido por un paisaje montañoso, cubierto por extensos campos de hielo, glaciares y ventisqueros que se descuelgan hacia fiordos y canales. Contiene una diversidad ecológica representada en su flora y fauna. Especies como coigüe, canelo, lenga, zorro culpeo, foca leopardo, foca elefante, gaviota dominicana, petrel gigante y carpintero, entre otras, pueden encontrarse en estas más de 150 mil ha de ecosistemas prístinos.
Esta nueva unidad permitirá integrar al sistema de protección ecosistemas como el bosque «siempreverde» templado costero, conformado especialmente por coigüe de Magallanes, notro y canelo, entre otras especies. Pero también matorrales y hierbas que resisten las condiciones climáticas de viento, lluvia y bajas temperaturas de la zona. Esta creación es un hito en la conservación de la biodiversidad del país.
El potencial de la zona permite desarrollar la actividad turística en torno a las rutas de navegación y a la conectividad terrestre. Por ejemplo, mediante la creación de circuitos de trekking, ecoturismo, turismo de aventura y de intereses especiales.
Esta propuesta de conservación se ubica en la isla grande de Tierra del Fuego, al sur del Río Azopardo y el Lago Fagnano, y entre el Parque Nacional Alberto D’Agostini y la República Argentina, en la Región de Magallanes y La Antártica Chilena.
El acceso es por vía marítima desde Puerto Williams o bien por vía terrestre por la ruta Y-85 que llega hasta Lago Fagnano.
Fotos: Legado Bicentenario