Una verdadera explosión de colores parece haberse apoderado de la región de Atacama gracias al fenómeno del desierto florido. Kilómetros de flores y vegetación que convierten a la zona más árida del planeta en un arcoíris natural que promete ser el más abundante de las últimas cinco temporadas.
Panorama sin igual que cubre laderas y dunas gracias a la inusual presencia del fenómeno climático de El Niño, que se caracteriza por traer más lluvias a nuestro país, logrando que este año la ciudad de Caldera acumulara 35,4 milímetros de agua lluvia, una cantidad impensada cuando normalmente los índices no superan los dos milímetros.
Espectáculo natural que sucede cada 5 o 7 años, y trae consigo la germinación de una gran variedad de especies de flora nativa y endémica en el desierto de Atacama, logrando ser parte de uno de los 25 Hotspot de mayor diversidad mundial, con más de 1.893 especies de plantas autóctonas.
Ecosistema Mágico
Es más, debido a las lluvias y aluvión que experimentó la zona en marzo y luego a fines de agosto, sumada a las buenas temperaturas que caracterizan al lugar, hicieron que este hermoso fenómeno se adelantara unas semanas y se mantenga igual de colorido hasta fines de octubre, extendiéndose incluso hacia zonas costeras gracias a la nubosidad y camanchaca.
Pero eso no es todo, como buen ciclo vital con la abundancia de vegetación también ha aumentado la presencia de insectos, aves, roedores y reptiles en la zona, logrando que los visitantes admiren la destreza de las bandurrias que se han dado un festín con los insectos, la exótica belleza de la iguana del desierto y la rapidez de la vaquita del desierto que logran entregar un ecosistema mágico e irrepetible.
Ojo, si usted visitará esta maravillosa performance nortina no olvide que está prohibido cortar estas flores desérticas o llevarse a algún animal como mascota, ya que están protegidos por norma y es obligación como chilenos preservar nuestro medio ámbito y sus bellezas.