El Desierto de Atacama, considerado como el más árido del mundo, atesora el testimonio de las primeras ocupaciones de América. Petroglifos y geoglifos revelan la historia de complejas comunidades agrícolas que abastecían con alimentos a toda la zona.
Uno de los sitios menos conocidos, corresponde a Quebrada de Huatacondo al sureste de Iquique, en el que además se originan sorprendentes formaciones geológicas, entre éstas, las cascadas petrificadas de Tarapacá, o mejor dicho: las cascadas petrificadas de Huatacondo.
Huatacondo es un pequeño oasis con cultivos de terraza, en medio de la Pampa del Tamarugal, ubicado en la Región de Tarapacá, entre los cerros Amaculla (de 4.380 m de altura) e Higuerita (4.070 m), junto al antiguo Camino del Inca de Arica a Quillagua.
La ruta se inicia en la aldea prehispánica de Ramaditas, a no más de 100 metros del Km 1707 de la ruta N° 5 norte, a 160 km al sur de Iquique. La aldea, con más de 2500 años de antigüedad, de características muy similares a la de Tulor, impresiona en medio de uno de los ambientes más agrestes y extremos de América del Sur con sus edificaciones circulares de piedras y bolones unidos con barro y arcilla y elaborados canalesgeoglifos huatacondo y sistemas de riego que habrían abastecido de agua a más de 600 hectáreas de cultivos.
Siguiendo el curso de la Quebrada de Huatacondo, hacia la montaña, se encuentra el poblado de Tamentica, un museo a cielo abierto con los más espectaculares sitios de arte rupestre de la región, que consiste en una gran concentración de petroglifos con figuras de cóndores con las alas desplegadas y camélidos con sus cuatro extremidades en diversos grados de estilización, pero también hay representaciones de cuadrúpedos no identificados, felinos, lagartos, batracios, serpientes, peces y arañas, así como diferentes figuras geométricas, incluyendo grecas, cruces, espirales, círculos, líneas paralelas ondulantes y en zigzag; además de caminos que evidencian el comercio de poblaciones costeras con poblados del altiplano.
Continuando por el interior de la Quebrada, 16 km arriba, pasado del caserío de Tiquima, se llega a un pequeño oásis en que se ubica la aldea prehispánica de Huatacondo, sorprendente por su abundante vegetación y cultivos de terraza; el poblado era parada obligada del antiguo Camino del Inca de Arica a Quillagua.
La aldea data del año 960 a.C. y se asocia con el desarrollo de otros centros poblados en el norte de Chile, como caserones en la Quebrada de Tarapacá y Tulor en San Pedro de Atacama.
A partir del poblado de Huatacondo, se accede a las cascadas petrificadas formadas hace miles de años por el escurrimiento de aguas de alto contenido mineral y a la «Reserva Paleontológica, Quebrada de Huatacondo», donde se pueden apreciar varias huellas de dinosaurios, al parecer de Allosáuridos y Camptosáuridos; animales carnívoros de 10 metros de longitud y dos toneladas de peso, que vivieron hace aproximadamente 150 a 140 millones de años atrás (Jurásico tardío).
Fotos: (cc) pablotarapaca