Un ecosistema semidesértico, catalogado por la Corporación Nacional del Medio Ambiente como sitio prioritario para la conservación. El BioParque Puquén cuenta con una flora y fauna de características biológicas únicas.
Un lugar ideal para disfrutar de tranquilas playas, exquisita gastronomía marina, hermosas panorámicas al Pacífico. Tiene una extraña formación geológica ubicada entre los roqueríos junto al mar, la que por la presión de las olas expulsa cual ballena un chorro de agua y aire a presión, este es el Puquén, que en lengua molle significa ballena y que da origen al nombre del lugar.
El Bioparque Puquén, posee una gran importancia biológica, debido a que éste es considerado como uno de los cinco ecosistemas mediterráneos del mundo, que preserva una gran variedad de especies de flora silvestres, en un ambiente de bellos paisajes de acantilados, formaciones geológicas, playas con piscinas naturales, conchales de antiguas culturas y zonas de fósiles, que con la llegada de la primavera alcanza su máxima belleza junto a la floración de plantas y flores típicas del norte y centro del país.
En la entrada al parque se encuentra toda la información y alternativas de actividades a realizar en sus dos senderos, donde el primero de ellos de 3 km de longitud alberga bosques introducidos de pino y eucaliptos; siendo el sendero que bordea la costa donde se concentran los principales atractivos, una pequeña playa y pozas naturales ideales para el baño.
Entre noviembre y marzo arriban al parque una gran cantidad de aves migratorias, para lo cual se organizan safaris fotográficos a los pingüinos que llegan a una escondida playa y patos llecos que se reproducen en nidos construidos en abruptos acantilados. Además de visitas guiadas por un biólogo para dar a conocer los ciclos de cada especie vegetal del lugar, sus propiedades y las amenazas a las que se ven expuestas.
A dos kilómetros de distancia junto al Pacífico, bordeando acantilados y cerradas playas, se encuentra una gigantesca roca con fósiles de plantas del período triásico, las que son estudiadas para conocer las condiciones botánicas de muchas de las actuales especies del lugar. A esta zona paleontológica se accede únicamente con guías, para evitar la destrucción y el saqueo de fósiles antiquísimos.
Cómo llegar: Panamericana Norte KM 180, entrada a los Molles Altos, final de calle El Lúcumo.
Fotos: José Luis Pradenas Lacourt