ORIGENES DE LA TEXTILERÍA ANDINA
Se llama textilería andina porque los pueblos Aymara, Atacameños o Lickanantay y Quechua, son herederos de la misma tradición. Tienen en común el origen prehispánico, los mismos materiales como lana de alpaca y vicuña, técnicas, e incluso piezas, pero que cada cultura diferencia por la elección en el uso del color.
Pero para entender todo el trabajo que hay detrás, se debe tener en cuenta que la realización de la textilería de los pueblos andinos se basa en el dominio de todo el proceso productivo de la materia prima como herencia ancestral, es decir, desde la crianza de los animales, la esquila, el hilado, teñido y finalmente el tejido propiamente tal.
Estos pueblos le dan suma importancia a la textilería porque es utilizada para la elaboración de la indumentaria que los cubre del sol y del frío altiplánico, así también como en la manufactura de artefactos para tareas domésticas como sogas o costales donde almacenan granos, e incluso en la producción de armas para cazar o para defenderse de ataques como las hondas.
Asimismo, los tejidos tienen un sentido social y ritual-espiritual en toda la organización de los pueblos andinos en la creación de piezas de mayor complejidad como las Inkuñas o chuspas cacique en las cuales por sus colores más intensos se pueden leer códigos culturales.
Pomponería y Cordonería
La elaboración de pompones depende principalmente de la forma que se le quiera dar. Existen algunos que son redondos o alargados y solo se necesitan lanas de colores para comenzar a darle forma a este particular textil andino.
En cuanto a la cordonería, las técnicas son mucho más complejas. En la cultura Aymara, esta técnica era tradicionalmente practicada por los hombres debido a que, para fabricar sogas, por ejemplo, se debe hilar más grueso y utilizar un pelo más tieso como el de llama. Así, se van confeccionado diferentes torcidos y trenzados que van formando diseños geométricos, y muchas veces traspasan tradiciones de una generación a otra, utilizando el hilado como recordatorio generacional.
El área de extensión de la Fundación Artesanías de Chile realiza talleres online sobre textilería andina, dictados por el equipo de mediación y otros por maestros artesanos. También cuentan con material descargable como láminas de pueblos indígenas para colorear y audiocuentos en colaboración con la Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA) del Ministerio de Agricultura.
Disfruta de uno de ellos acá:
Preservando nuestra identidad cultural
En la actualidad, la textilería es una práctica vigente especialmente para las mujeres artesanas quienes realizan sus obras por medio de telares de pedales y manufacturan una gran variedad de chales, bufandas, ponchos, ruanas y cubrepies, con las cuales aportan significativamente a la economía de sus familias.
Para la coordinadora de talleres del área de cultura de la Fundación Artesanías de Chile, Luciana Pérez, lo que se busca con los talleres de aprendizaje es un “acercamiento a la textilería Aymara. Mediante la creación de pompones, los alumnos podrán entender los procesos productivos de la textilería, junto con la importancia cultural de estos pueblos”.
En el norte de nuestro país, precisamente la aldea de Lirima, a 135 kilómetros de Huara, Región de Tarapacá, es famosa por sus tejidos, especialmente las alfombras. Mientras que en las localidades de Isluga y Enquelga, se producen tejidos en lana de camélidos.