La visita a este poblado rural y pesquero, ubicado en la parte noroeste de la quebrada Los Choros, trae una merecida recompensa: ¡El encuentro con una colonia de delfines nariz de botella! Además, se pueden conocer antiguos asentamientos indígenas, disfrutar de las hermosas playas de Caleta de Choros, practicar buceo y realizar recorridos en bote que se ofrecen a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.