Con una extensión de 5.700 ha y una capacidad de 1.490 millones de m³ constituye el mayor embalse artificial en Chile. El objetivo de su construcción fue retener las aguas del Río Maule para su utilización en centrales hidroeléctricas y riego agrícola.
Hoy en torno al lago se ha desarrollado un polo de servicios turísticos, actividades náuticas, alojamiento y alimentación, dado que en el periodo estival sus aguas alcanzan una temperatura de 23° aprox.