La historia del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa se desarrolla sobre la base de una tradición arqueológica local de inicios del siglo XX, con investigadores de la talla de Max Uhle y Junius Bird. En el interior del museo se encuentra una colección de delicados tejidos, cestería y cerámica andina y costera de las culturas que habitaron la zona; siendo la principal las momias chinchorros, las más antiguas del mundo.