Construidas en madera a partir del siglo XVIII, las iglesias de Chiloé representan una arquitectura religiosa única en América Latina. El año 2000 la Unesco denominó Patrimonio de la humanidad a 14 templos Chilotes San Antonio de Colo, San Juan Bautista de San Juan, Nuestra Señora del patrocinio de Tenaún, Nuestra señora de Los Dolores de Dalcahue, San Francisco De Castro, Santa María de Loreto de Achao, Nuestra Señora de Gracia de Nercón, Santa María de Rilán, Nuestra señora de Gracia de Quinchao, San Antonio de Vilopulli, Jesús Nazareno de Aldachildo, Nuestra señora del Rosario de Chonchi, Natividad de María de Ichuac, Santiago Apostol de Detif. Más tarde, en el año 2001 se ingresó los templos de Caguach y Chelín.