Día 1
Chanco, la ciudad donde el tiempo se detuvo
Chanco es una apacible ciudad, antiguo asentamiento de indígenas pescadores, al que se puede llegar por la Ruta de Los Conquistadores que recorre la costa de la provincia de Cauquenes.
Camino a Chanco, puedes hacer una parada en Reserva Nacional Los Ruiles, que cuenta con senderos habilitados para disfrutar el bosque nativo y donde sobresale el Ruil, especie de Nothofagus única en este zona.
Al llegar a nuestro destino principal, te invitamos a caminar por la ciudad, sus calles que conservan antiguas casas de fachada contigua y estilo colonial, te transportarán en el tiempo. Disfruta de la magia de caminar sin prisa por calles con poca movilización urbana, sin ruido y habitada por gente sencilla y amable. Un dato: en el centro se instala una pequeña feria donde puedes comprar verduras, legumbres, quesos frescos, chuchoca, harina tostada o café de trigo, todo hecho por los lugareños.
Visita también el café Museo, el Templo Parroquial y a solo 3 kilometros de la Plaza de Armas, la Playa el Monolito, habilitada para el asoleamiento. Por la tarde, explora las bellezas de la Reserva Forestal Federico Albert, con senderos para disfrutar el variado bosque. Recórrelo caminando, en bicicleta e, incluso, algunos tramos puedes hacerlo en vehículo.
De regreso a Chanco disfruta de sus aplaudidos quesos, miel y productos las más ricas frutillas dulces de la zona. Puedes pernoctar aquí o bien continuar directamente a Pellulhue.