Día 1

Descubre la gastronomía pewenche

Comienza tu recorrido en el poblado de Icalma, ubicado a orillas del lago del mismo nombre, a 135 km al oriente de Temuco. Considera unas 3 horas y medio de viaje, ya que el último tramo se encuentra en proceso de pavimentación.

Después de instalarte, la actividad primordial es buscar un restaurante que ofrezca comida tradicional pewenche. Y es que la gastronomía es el reflejo de la cultura e identidad de un pueblo y te permitirá conocernos de manera más profunda, por ejemplo, entendiendo la importancia del piñón en nuestra dieta o cómo y por qué recolectamos según las estaciones del año.

El piñón no solo se puede comer cocido o tostado, sino que se pueden hacer muchas recetas con él. En el poblado encontrarás restaurantes que preparan delicias como puré de piñones o distintas masas (incluidas pizzas y empanadas) hechas con harina de este versátil y delicioso alimento. ¿Para acompañar la comida? Nada mejor que probar jugos con frutos nativos de la zona, como maqui, mora o sauco.

Día 2

Recorre la naturaleza

Es hora de moverse e ir a conectarse con la naturaleza de esta zona andina. Distintos emprendedores pewenche de la zona han formado senderos de trekking dentro de los terrenos que han permanecido en sus familias por generaciones, donde podrás tener un encuentro privado con la naturaleza: solo tú, tu guía y la naturaleza prístina.

Aquí podrás caminar entre araucarias, ñirres y lengas, cruzar pequeños arroyos de aguas cristalinas, y maravillarte con la compañía de aves como aguiluchos, carpintero negro e incluso, cóndores en las zonas más altas.

De regreso en Icalma, puedes disfrutar de una comida tradicional en una ruka, disfrutando de un asado de chivo o de cordero, para después acercarte a la playa o tu alojamiento y dormir una merecida siesta.

Día 3

Ascensión al Matea Mahuida

Dirígete hacia el volcán Batea Mahuida, ubicado a unos 15 km al nororiente de Icalma. El Batea Mahuida es un volcán extinto, muy fácil de reconocer en el paisaje por su cumbre de forma aplanada.

Si visitas este sector finalizando el verano, podrás participar en la recolección de piñones que realiza la comunidad en los bosques de araucarias ubicados en la base del volcán, actividad que se realiza entre marzo y abril de cada año.

Después de “piñonear” y almorzar en algunas de las cocinerías que ofrecen platos simples en base a piñones, puedes acceder en auto casi hasta la cumbre del Batea Mahuida. Luego, solo tendrás que caminar algunos metros hasta la cumbre, donde podrás ver los volcanes Villarrica, Callaqui, Llaima, Lonquimay, Sierra Nevada, Lanín y Copahue, además de lagos y lagunas cercanas, como el Moquehue y Aluminé en Argentina y Galletué e Icalma en Chile.

Día 4

Recorriendo el corazón pewenche

Deja Icalma y toma el camino R-955 (este camino también es conocido como “La Fusta”) rumbo al norte, que te permitirá ver el corazón de estas tierras pewenches y algunas sorpresas.

Una de ellas es la laguna Galletué, una de las más hermosas de la Araucanía Andina. Se encuentra sobre los 1300 metros de altitud, está rodeada de bosque nativo, y de sus aguas nace el río Biobío, la segunda cuenca hidrográfica más grande del país y para el pueblo pewenche, es uno de los más importantes dentro de su cosmovisión.

En esta ruta también podrás visitar a la comunidad de Quinquén, un territorio ubicado entre montañas y un extraordinario bosque nativo, donde predominan araucarias y lengas que se conectan con el Parque Nacional Conguillío y la Reserva Nacional China Muerta.

Alojar en este lugar es desconectarse del ruido y conectarse totalmente con la naturaleza. Te recomendamos realizar dos experiencias: primero, un matetún (mateada) junto al fogón de una ruka y luego tomar un taller de telar, donde aprenderás del proceso de escarmenado (separar a mano cuidadosamente las fibras de la lana esquilada), hilar la lana y por supuesto a usar el telar.

Día 5

Atardecer en Khutrao Khutrao

Después de desayunar una tortilla con harina de piñones y un buen mate, realiza una cabalgata visitando el sendero kelutrufken, una antigua ruta que se usa para la recolección de piñones y como vía de traslado de animales hacia los sectores de veranada. En esta geografía comprenderás el esfuerzo de las familias que han vivido ancestralmente en estas tierras.

Después de almorzar sigue tu camino hacia el norte, a la localidad de Lonquimay, ubicada a 35 kilómetros de Quinquén, donde te recomendamos una alternativa tranquila y diferente: ver el atardecer en el sector de veranadas Khutrao Khutrao, a unos 14 km de Lonquimay. Para ir a este lugar solo puedes hacerlo con un guía local, quién solicitará el permiso correspondiente a las comunidades, y solo puedes hacerlo en vehículo 4×4, pero es una experiencia que vale completamente la pena. Verás como la ñukemapu se une con el antu (sol), con una increíble vista a los volcanes Lonquimay, Llaima, Sierra Nevada y Tolhuaca, mientras tu guía te va contando sobre las veranadas, de encuentros con pumas y cómo la nieve domina todos estos paisajes en invierno.

Para salir de Lonquimay, puedes hacerlo por la ruta que une Curacautín, Lautaro, Temuco. Son 156 km, por lo que te recomendamos pasar esta última noche en Lonquimay.