La costa del Maule Norte, corresponde a una extensa franja costera que se extiende al norte de la desembocadura del río Maule, que se caracteriza por sus amplias dunas y humedales litorales, entre los que destacan el Lago Vichuquén, Laguna Torca, Laguna Agua Dulce, Laguna Los Coipos y humedal de Putú.
Dentro de este conjunto de humedales, dunas y desembocaduras de ríos, se ubica una de las colonias más espectaculares de aves de la zona central, donde coexisten más de 130 especies, desde aves migratorias, residentes, errantes y endémicas; uno de los sitios más fructíferos de la región para la abundancia de aves y la congregación de un constante flujo de especies migratorias. Un verdadero deleite a los sentidos para aquellos amantes de los entornos medioambientales todavía vírgenes.
Aunque su hábitat preferido es el norte de Chile, dentro de esta diversidad de aves, destaca el Flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), cuya presencia durante los meses de invierno tiñen la extensa desembocadura del río Mataquito, fácil de reconocer por sus largas patas y cuello esbelto, pico grueso y curvo, de plumaje de color rosado.
Flamencos y Cuervos de Pantano
Las aves pueden observarse en diversas concentraciones, aumentando su presencia hacia los meses de primavera, en que se reúnen grandes bandadas migratorias de cisnes, patos y garzas. Por otra parte, es posibles encontrar decenas de zambullidores, taguas y pidenes como el Pimpollo, el Picurio, la Huala e incluso el Blanquillo y el Pidencito en los pajonales de Putú.
Entre las garzas e ibis destaca, el extenso humedal de Putú como uno de los sitios de nidificación más importante de Chile para el escaso Cuervo de pantano, el cual puede observarse durante todo el año en números muy variables. Paralelamente la asociaciones de Garza boyera , Garza chica , Garza grande y Garza cuca, están presentes a lo largo de toda esta franja costera, hallándose también garzas nocturnas como el Huairavo y el Huaravillo.
Por último, dentro de esta serie de cuerpos de agua costeros destaca un nutrido número de aves ribereñas poco frecuentes, como el Pilpilén, el Playero semipalda, Playero pectoral, Zarapito de pico recto, diversidad de Chorlos, Becacina, Pollito de mar tricolor, Perdicita, Gaviotín piquerito y el Rayador.
A quienes viajen hacia la costa curicana, se les recomienda llevar prismáticos, para observar este maravilloso paisaje de la avifauna, que se manifiesta en distintas épocas del año y según las condiciones meteorológicas.