La Patagonia chilena nos ofrece un sinfín de experiencias únicas e inolvidables y cada día descubrimos nuevos tesoros de nuestra tierra cuando la conocemos más a fondo. Otro modo de hacerlo, es visitando el Parque Marino Francisco Coloane, el cual es el primer Parque Marino de Chile.
Se inauguró en el año 2003, ya que llamó la atención de las autoridades por el gran avistamiento de ballenas jorobadas y gran cantidad de otros animales acuáticos, convirtiéndolo así en el punto de iniciación de una cultura de preservación y cuidado de las especies marinas en Chile.
Es una extensión de mar y tierra que se encuentra entre las islas Santa Inés, Riesco y la península de Brunswick, un territorio austral de nuestro país inserto en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
Su ubicación alejada de cualquier tipo de zona urbana, hace difícil su acceso, el cual es efectivo sólo por vía marítima, pero los kilómetros recorridos valen la pena cuando entre paisajes impresionantes e imponentes de bloques de hielo, es posible el avistamiento del popular pinqüino de Magallanes, el petrel gigante antártico o el comorán imperial, entre otros.
Son 67.00 hectáreas de maravillas naturales y las que destacan son: el Canal Jerónimo, el Paso Tortuoso – que es parte de la expedición de las aguas del mítico Hernando de Magallanes en el Estrecho de Magallanes -, Islote Ruppert, el Canal Bárbara, las Bahías Cordes y Fortescue, el Seno Ballena y la Isla Santa Inés con su glaciar, entre muchos otros atractivos imperdibles.
Al llegar a la ciudad de Punta Arenas, lugar de donde se embarcan la mayoría de los tours que recorren el Parque, encontrarás una gran variedad de ofertas turísticas para recorrer este sector de la Patagonia dependiendo de lo que quieras explorar, ya sea hacer expediciones por los campos de hielo, trekking, ver ballenas, pingüinos o simplemente tener un tranquilo día de pesca en las aguas patagónicas.
Los recorridos que se ofrecen, pueden durar desde 4 horas hasta 7 días, e incluso más, dependiendo del tipo de circuito que elijas. Los avistamientos de ballenas jorobadas se producen entre los meses de diciembre y abril, sin embargo este parque de conservación de la biodiversidad, esconde muchos tesoros naturales a lo largo de todo el año que hacen de este lugar, un imperdible en la zona sur chilena.
Fotos: (cc) Pedro Francisco Suárez