Llegó el momento de celebrar a nuestros adultos mayores, siempre dispuestos a entregarnos su sabiduría y experiencia.
Y como esta temporada #HayChileParaTodasyTodos, en Chile es Tuyo te compartimos actividades y panoramas de norte a sur que podrás disfrutar con las personas mayores de tu familia.
A solo 15 minutos desde el centro de Arica podrás visitar el Valle de Azapa, donde conocerás las impresionantes momias Chinchorro y la icónica iglesia de San Miguel. También podrás ver los geoglifos de Cerro Sagrado y probar las características aceitunas y el aceite de oliva de la zona.
Si buscas otras opciones, puedes dar un paseo por el Morro de Arica o por el Terminal Asoagro. Y si quieres un momento de calma, la playa Camarones es perfecta para tener un descanso junto al mar.
Pensando en las personas mayores de tu hogar, te recomendamos visitar el Valle del Huasco. También conocido como el jardín de Atacama, acá podrás recorrer centenarios olivos en una ruta que se remonta a la época de Pedro de Valdivia.
Encontrarás recorridos con degustaciones de aceitunas, de aceite de oliva y del pisco artesanal de los sectores de Alto del Carmen y San Félix.
La costa de la Región de Coquimbo puede darte la paz que necesitas para pasar el mes del adulto mayor. Una de las alternativas es el pueblo de Tongoy, que cuenta con una tradicional caleta de pescadores y balnearios como Playa Grande y Playa Socos y el Estero de Tongoicillo.
Si vas 12 kilómetros (km) al norte llegarás hasta Guanaqueros, donde podrás saborear de la variada gastronomía marina o ver al Cisne Coscoroba en el humedal Lagunillas.
Si algo destaca a la capital es su variedad de panoramas. Puedes aprovechar este mes del adulto mayor para conectar con la espiritualidad y visitar el templo Bahai en Peñalolén, el cual cuenta con senderos accesibles y un acceso para sillas de ruedas.
Como alternativas culturales están el Museo Interactivo Mirador (MIM), el Museo Nacional de Historia Natural, el Centro Cultural Matucana 100 o el Palacio Cousiño, lugar que respira historia en su arquitectura, decoración y mobiliario. Y si estás en búsqueda de naturaleza, puedes encontrar rafting inclusivos en el Cajón del Maipo.
Nada mejor para una pareja de adultos mayores que celebrar su mes con un rico vino o con una deliciosa comida. Para ello puedes ir al Valle del Cachapoal, tierra mágica donde podrás conocer las Bodegas de Triana o probar el chacolí en Doñihue.
Otra alternativa es el prestigioso Valle de Colchagua, ícono de la producción de vino en nuestro país. Allí puedes acudir a la Viña Santa Cruz y conocer los museos del Vino y del Automóvil, los que te permitirán conocer la historia de Chile desde otra perspectiva.
Un buen punto de descanso en el mes del adulto mayor es el Hotel Termas de Chillán, ubicado en medio de la montaña y que te permitirá desconectarte de la ciudad. También puedes visitar la Laguna Avendaño en Quillón, disfrutar de la miel en San Fabián o gozar de una cena junto al mar en Cobquecura.
En la Región de La Araucanía encontrarás cerca de 15 opciones termales con distintos estilos y precios, que en su mayoría incluyen accesibilidad para el ingreso de los adultos mayores. Aliviar dolores reumáticos y eliminar toxinas son algunos de los beneficios a la salud que entregan estas aguas sanadoras.
Conectar con la cultura siempre es un gran panorama para el mes del adulto mayor. El Museo Pablo Fierro de Puerto Varas ofrece un recorrido íntimo y personal, mientras que el Museo Colonial de Frutillar les permitirá aprender sobre el proceso de colonización alemana.
También puedes revisar la cartelera de obras y de exposiciones artísticas del Teatro Diego Rivera en Puerto Montt. En el sitio web encontrarás funciones con entrada liberada.
A solo 10 km de Puerto Aysén se encuentra la Bahía Acantilada, hermoso balneario rodeado de acantilados. Se trata de un lugar ideal para hacer una caminata suave y deslumbrarse con sus miradores, entre ellos el del Martín Pescador.
Otro lugar puede ser el Museo Escuela Villa Cerro Castillo, levantado en la década de los 1960 por los mismos pobladores y que hoy nos permite conocer como estudiaban los niños de ese entonces. El lugar funciona como antesala al sendero que va hacia el Paredón de las Manos, sitio arqueológico con manos pintadas por los Tehuelches o Aonikenk.