Hay animales que parecen sacados de un cuento de hadas y el pudú chileno definitivamente es uno de ellos. Lo que pocos saben es que pudú ser más grande, pero, se adaptó a los bosques húmedos y de baja altura de nuestro país.
Este mini ciervo, considerado el más pequeño de Sudamérica y uno de los más diminutos del mundo, no supera los 40 centímetros de altura y vive escondido entre los bosques del sur de Chile, donde se mueve con sigilo y timidez.
Pese a lo escurridizo, ha conquistado las redes sociales por su ternura, despertando el mismo fanatismo, o más, que genera el capibara en otras partes del mundo. Te contaremos su historia y daremos algunos datos para encontrarlo en la naturaleza, pero, recuerda, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, la de protegerlo y cuidar su hábitat.
¿Por qué el pudú se volvió tan pequeño?
Fotografía de shutterstock, comprada.
Pudú ser más grande, pero a lo largo de millones de años, esta especie logró adaptarse a su nuevo ambiente, cambió su comportamiento, alimentación y, finalmente, se transformó en la tierna y pequeña criatura que nos roba el corazón.
La historia es así. Hace unos 3,6 millones de años, durante la época del plioceno tardío (periodo donde comenzaron grandes glaciaciones), estos animales llegaron a Sudamérica desde América del Norte cruzando el recién formado istmo de Panamá junto a megafauna como los gonfoterios o mamut sudamericano.
A diferencia de la megafauna que terminó extinta, investigaciones de la Universidad Austral han determinado que el pudú logró sobrevivir utilizado de refugio los bosques trasandinos cerrados de baja altitud. ¡Perfectos para ejemplares de menor envergadura y tamaño!
Gracias a su dócil comportamiento, adaptaciones morfológicas y capacidades digestivas, tuvo ventaja en los ambientes fragmentados por los episodios glaciares posteriores de la Era del Hielo. ¡Seguramente acompañó la travesía de Sid, Diego y Manny en la famosa película del estudio DreamWorks!
¿Dónde puedo avistar al pudú y cómo protegerlo?
Endémico de la zona centro-sur del país, el pudú chileno habita en lugares como la Reserva Nacional Valdivia, el Parque Nacional Alerce Costero o el Parque Oncol en la Región de Los Ríos.
Más al sur, también se le ha visto en sectores del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales o en el Parque Tantauco, en Chiloé. La clave está en mantener el silencio, caminar con respeto y abrir bien los ojos: el pudú no se deja ver fácilmente, pero si lo hace, es un privilegio.
Y aunque parece salido de una película animada, este animalito enfrenta amenazas reales. La pérdida de su hábitat, los ataques de perros y la presencia humana desmedida lo tienen en estado vulnerable.
Por eso, si vas de paseo por donde vive, recuerda estas sencillas reglas de oro:
- Nada de alimentarlo, puedes intervenir la cadena trófica a la que pertenece
- No lo persigas para una foto, ya que, se puede sentir amenazado
- No lleve animales domésticos
- Cuida las áreas y parques nacionales protegidos donde se encuentra
- Maneja con cuidado y baja velocidad, puede querer cruzar caminos y carreteras cercanas