“Año nuevo vida nueva”, dice el popular dicho que en el norte del país parece tomarse muy apecho, tanto así que sus habitantes deciden extinguir con llamas las malos recuerdos del año finalizado, para comenzar totalmente libres un nuevo ciclo.
Es más, la limpieza de malas vibras ya es una tradición en ciudades como Tocopilla, Huasco y La Serena donde cada 31 de diciembre realizan una “Quema de Monos”. Enormes figuras de papel reciclado rellenas con ropa, artículos viejos y elementos que simbolizan malas experiencias vividas durante los últimos 12 meses, que se incineran la noche de Año Nuevo, con la promesa de no volver a repetirse.
Esculturas hechos a mano por los propios vecinos que dan vida a dinosaurios, superhéroes y hasta personajes humorísticos como “El Chavo del Ocho” , que son expuestas en desfiles o en la plaza de armas de la ciudad para ser calificadas por un jurado, antes de prenderles fuego la medianoche del último día del 2015.
Esculturas de papel mache
En Huasco, por ejemplo, las personas pueden inscribir su “Mono” junto a una respectiva leyenda que cuente la historia de su obra, hasta el 30 de diciembre en la municipalidad. Las maquetas gigantes serán exhibidas en el Centro Cultural Padre Luis Gil donde un jurado elegirá a las 3 más llamativas.
En Tocopilla, en tanto, este año tendrán 3 categorías de confección de “Monos”: niños, jóvenes y adultos, quienes pueden ganar premios en dinero si logran dar vida al personaje más atractivo y deslumbrar al jurado.
Tradición con identidad local que atrae turistas de otras ciudades y que tiene como norma final, y aunque haya obtenido el primer lugar, quemar todas las esculturas de materiales reciclados la noche de Año Nuevo. Como recuerdo del trabajo invertido solo quedan las fotografías que inmortalizan a los gigantes de papel año tras año.
Fotos: Municipalidad de Huasco.