Hacer un trekking en la Patagonia estaba dentro de mi lista de imperdibles. Sin embargo, cuando la gente piensa en esta parte de nuestro país, se imagina las Torres del Paine. Yo no era la excepción. En realidad, el territorio patagón se inicia al sur de Puerto Montt, en la región de Los Lagos, y continúa por Aysén, para finalizar en Puerto Williams, Magallanes. Tuve la suerte de visitar Aysén y algunos de sus atractivos más importantes, como el Cerro Castillo, la laguna San Rafael, cruzar el lago General Carrera (el más grande de Chile) y conocer la Reserva Nacional Jeinimeni, donde cumpliría mi sueño de hacer un trekking y vivir una gran aventura por la Patagonia.
Ese miércoles de primavera comenzó a las 7 am. Tomamos desayuno y esperamos que Andrés, nuestro guía, nos pasara a buscar. La noche anterior ya había ido a nuestro hotel para contarnos en qué consistiría el trekking de siete kilómetros en la Reserva Nacional Jeinimeni para hacer el circuito Piedra Enclavada – Cueva De Las Manos – Valle Lunar, a 30 kilómetros de Chile Chico. Así iniciaba mi gran aventura por la Patagonia.
Estaba muy ansiosa por conocer este lugar, pero tenía una aprehensión respecto a la altura: tengo vértigo y, aunque nunca me ha detenido en mis aventuras, me preocupaba un poco. Ya en las camionetas, se sumaron a nosotros dos personas más: eran austríacas. Una estaba de visita en Chile y la otra trabajaba con el guía, quienes también, al igual que yo, buscaban vivir una gran aventura por la Patagonia.
Comenzamos nuestro recorrido de 7 kilómetros entre valles y quebradas, rodeados por el silencio y el tibio sol de finales de primavera. El aire limpio de la Patagonia nos limpiaba los pulmones y nos entregaba paisajes llenos de sorpresas que poco a poco descubría unas figuras de piedra, esculpidas por la erosión y el viento.
Nuestra única compañía era un grupo de caballos que pastaban en grupos y nos miraban desconfiados. En las alturas, uno que otro cóndor se posaba en las enormes rocas que adornan esta reserva. En medio de la pampa, nos detuvimos para observar la Piedra Enclavada, una formación rocosa de 40 metros de altura, pulida por la acción del viento.
Había zonas bastante empinadas, donde la piedrilla se desprendía fácilmente del suelo. Lamentablemente, había olvidado llevar zapatos de trekking y mis zapatillas no se sostenían con suficiente seguridad, de lo contrario, no habría tenido mayor problema. Sin embargo, el guía me prestó uno de sus bastones de trekking y no dudó en extenderme su brazo cuando el temor a la altura amenazaba.
Periodista de profesión, Andrés se detenía cada cierto tiempo para hablarnos sobre los antiguos habitantes de Jeinimeni. En este sector vivió el pueblo tehuelche, el cual fue exterminado por el hombre europeo y sus descendientes, o llevados como animales para ser exhibidos en museos humanos en el Viejo Mundo.
Cerca de una quebrada, visitamos los vestigios de antiguas civilizaciones, que incluso puede ser anterior al pueblo tehuelche. Aquí permanecen pinturas rupestres con más de 7 mil años de antigüedad, unas marcas de manos que dan nombre a ese lugar.
En la última parte del circuito, llegamos a un valle con formaciones rocosas conocido como el Valle Lunar. Nos detuvimos y subimos a unas rocas para sacar fotos del paisaje que efectivamente parecen sacados de la luna.
Ya algo agotados, nos dirigimos al lago Jeinimeni donde abunda el bosque magallánico, contrastando completamente con la estepa patagónica por la que transitamos en la Reserva. Nuestros guías nos prepararon el almuerzo: salmón con papas cocidas, pisco sour y cerveza artesanal para cerrar una mañana exitosa haciendo trekking por la Patagonia.
La pampa patagónica de Jeinimeni sorprende con sus laderas abruptas, sus paisajes de pampa patagónica y los numerosos ventisqueros, pero lo que más recuerdo, es la paz y el silencio que invitaban a la reflexión, sin duda una gran aventura por la Patagonia.
Importante: es recomendable hacer este trekking de mediana complejidad con guías que conozcan la ruta. Las huellas son escasas, se pierden entre los coirones y es fácil desorientarse en el ascenso. No obstante, manteniendo las precauciones e indumentaria adecuada, sin duda que vivirás tu mejor aventura por la Patagonia.
Fotos: Berni Pérez