La Región Estrella tiene una variedad grande de productos de la tierra y el mar que la han enriquecido desde miles de años, con la primera aparición del hombre hace unos 12 mil años atrás.
Esta región ofrece una gastronomía propia y con identidad. Por un lado, cuenta con una gran riqueza de productos marinos, presentes en todo el litoral desde la Higuera a Los Vilos, con abundancia de mariscos y pescados favoritos de los habitantes y ahora de los turistas nacionales e internacionales que cada vez más visitan la región.
Se encuentran machas, locos, piures, chochas, erizos, choros, lapas, caracoles, que junto a los lenguados, pescadas, hoy merluzas, pichihuenes (dicen preferidos del Inca), rollizos, viejas, vilagallos, sierra y jureles, hacen las delicias de quienes los comen y gratifican sus paladares.
Sin embargo, esta convivencia gastronómica se ve incrementada con los ricos productos agrícolas de los valles transversales, famosos por su fertilidad y sequedad del ambiente que permiten tener los cielos más nítidos y claros del mundo, que han transformado a la Región de Coquimbo en un centro astronómico mundial.
Esta particularidad ha sido clave para la fabricación de un producto chileno con Denominación de Origen como es el pisco, que comienza su producción con la llegada de Pedro de Valdivia y Francisco de Aguirre a nuestras tierras. Este último fue un gran viñatero y el primero de Chile.
En sus valles se cultivan olivos que forman parte de la dieta mediterránea, junto a las vid. Paltos, naranjales, y papales forman parte del paisaje agrícola. En el valle del Choapa aún mantienen su renombre los porotos con sus distintas y sabrosas variedades, lentejas, garbanzos, pimentones y el famoso chacolí.
Mención aparte merecen las exquisitas papayas y chirimoyas. Estos frutos, especialmente la primera desde tiempos centenarios, han generado una afamada repostería que en la actualidad se mantiene no sólo en los hogares ,sino también en numerosas pequeñas industrias artesanales que fabrican jugo, miel, bombones, y confites que son adquiridos en La Recova, Aeropuerto, y puntos de venta en la carretera.
Las papayas y chirimoyas de La Serena, especialmente en la primavera y verano, son la base de deliciosos helados. Este artículo sería incompleto sin mencionar a la cabra y la gran importancia que ha tenido en una forma de vida como es la de los crianceros. Transhumantes históricos que cruzan con familiaridad y gran conocimiento la Cordillera de Los Andes.
En diciembre inician las veranadas, que significa el desfile de miles de cabríos que suben a las empinadas cumbres en búsqueda de los pastos que les permitirán alimentarse y producir la leche con la que preparan los quesos de cabra de gran consumo regional.
Foto: (cc) Antifama