Un imperdible en el verano es recorrer el circuito costero de la Región de Atacama, donde podrás disfrutar de playas paradisiacas y pasear en lancha observando pingüinos en el mar frente al Parque Nacional Pan de Azúcar.

Y para la más amplia recreación, también podrás practicar trekking, sorprenderte con la vida de los mares prehistóricos en el Museo Paleontológico de Caldera, conocer la flora endémica del desierto costero y tomar fotografías de paisajes sorprendentes.

El viaje se puede iniciar por el norte del litoral de la Región de Atacama, en el Parque Nacional Pan de Azúcar. Este sitio de conservación reúne hermosos paisajes marítimos y del desierto costero, a los que se suman sus cactus endémicos y su fauna marina y terrestre, donde destacan los pingüinos de Humboldt y los guanacos.

Estando allí, es la oportunidad para participar en un paseo en lancha para avistar la fauna marina en la Isla Pan de Azúcar, además de disfrutar de exquisitos pescados en la caleta del lugar. En la zona existen cabañas y áreas de campings, a orillas de playas de arenas blancas y aguas color pan de azucar veranoturquesa.

28 km al sur se encuentra la ciudad de Chañaral, un lugar apto para el abastecimiento y uso de servicios básicos. Continuando al sur por la ruta costera, es posible descubrir una gran cantidad de playas como Portofino, sede de los amantes del surf, y el balneario Flamenco, una extensa playas de aguas sin oleaje y con equipamiento básico para acampar en verano.

A poco más de 90 km hacia el sur se arriba a Caldera, donde se encuentra el yacimiento de vertebrados marinos fósiles más importante de Chile y uno de los más relevantes a nivel mundial, ya que permite conocer cómo era el mar y qué animales lo poblaban hace millones de años. Es recomendable visitar el museo paleontológico del lugar.

En Caldera comienza una fantástica ruta costera hasta el puerto de Huasco, apreciándose algunas de las playas más hermosas del norte chileno. A 6 km al sur se encuentra Bahía Inglesa, el balneario más famoso de la región, con playas de arenas blancas y piscinas naturales que se forman entre las rocas. El lugar cuenta con diversos alojamientos, además de restaurantes que ofrecen los cotizados ostiones. Siguiendo hacia el sur se accede a numerosas playas solitarias.

A 45 km al sur de Caldera y a 7 km al sur de Puerto Viejo, se arriba a una de las mejores playas de la región: Playa La Virgen, de gran belleza y aguas cristalinas, escondida entre las rocas y un acantilado. Cuenta con un sector de camping, cabañas y restaurante con gastronomía de mar. Además, es ideal para practicar kayak, buceo y pesca deportiva.

Más adelante se encuentran Barranquilla, donde destaca la playa Piedras Bayas, por sus aguas tranquilas y claras, Bahía Salada, Carrizal Bajo y Carrizal.

Finalmente, siguiendo hacia Huasco, se llega al Parque Nacional Llanos de Challe, que destaca por la presencia de gran cantidad de flora y la existencia de guanacos. En los años en que llueve en la zona, es posible ver el fenómeno del Desierto Florido, donde distintas especies vegetales germinan presentando un paisaje único.