Chile es un país que sorprende por su extensa y variada geografía, también por su diversidad cultural con antiguas tradiciones coloniales de extremeños y castellanos que llegaron junto con los conquistadores españoles durante los siglos XVI y XVII, y más tarde en el siglo XIX, por el aporte de grandes inmigraciones de origen europeo, especialmente alemanes, británicos, croatas, franceses, holandeses, italianos y suizos que enriquecieron el acervo cultural con las más diversas costumbres.
Conocimientos, modos de vida, valores, tradiciones y creencias incorporadas y adoptadas como propias, hoy han llegado a ser únicas en nuestra idiosincrasia, añoradas por los chilenos fuera de su país y sorprendentes para los visitantes que llegan a nuestras tierras. Acá te dejamos algunas que te harán sonreír o incluso crujir el estómago de hambre:
1.- La marraqueta, pan batido o pan francés
Supuestamente de origen francés, con distintas denominaciones según lugar en que te encuentres, este sabroso y popular pan conquista el paladar de extranjeros y es uno de los prodcutos que sacan lágrimas a los chilenos fuera del país. Un pan de corteza crujiente, miga suave y esponjosa, que cuando está recién salido del horno, con mantequilla, palta, pebre o manjar, es una exquisitez que no te puedes perder.
2 .- Manjar, un dulce placer
Si eres un fanático de los dulces de leche, el sabor de la versión chilena es levemente distinto a los otros que se hacen en Sudamérica y prácticamente inexistente en los países del hemisferio norte. Saborea nuestro manjar hecho helado, de relleno en pastelitos, calugas, cuchuflíes y hasta en barritas como un snack de media tarde. ¡No te podrás resistir!
3.- Tostador de pan chileno
En muchos países sólo se conoce el tostador eléctrico, porque el tostador de pan de lata y sobrepuesto al fuego existe sólo en Chile, por lo que no muchos en el mundo conocen las diferencias del pan tostado en uno u otro tostador. Y es que su particular diseño permite calentar y a la vez tostar el pan de cualquier tamaño y forma, lo que hace a nuestro invento de cocina particularmente interesante para los turistas, quienes ya no pueden dar pie atrás luego de probar las tostadas criollas.
4.- Tortillas de rescoldo ¡Hay que probarlas!
Un típico de la cocina chilena son las tortillas de rescoldo: una masa de harina de trigo, manteca y sal cocinada en el rescoldo del fuego, una costumbre que aún persiste en algunas áreas rurales del sur de Chile, pero que en la ciudad de Laraquete, al sur de Concepción, en una costumbre muy local que se niega a morir, y que se consume con mariscos y ají. Un verdadero «regalo de los dioses».
5.- Sushi chileno
El sushi es una preparación oriental que se ha expandido con gran rapidez por todo el mundo durante la última década, y en Chile tiene su propia versión que está muy alejada de la clásica oriental. Envueltos en palta, sésamo y relleno de queso crema, le otorga un sabor diferente y único de este lado del planeta.
6.- El choclo y sus múltiples usos
Es un vegetal muy rico y nutritivo, con amplios beneficios para la salud y una fuente importante de antioxidantes, muy recomendado para mujeres embarazadas, niños, diabéticos (endulzante natural) y anémicos. En nuestro país es utilizado en diversas preparaciones que encantan a quienes se aventuran en probar, entre ellas destacan: el pastel de choclo, humitas, charquicán y los imperdibles porotos granados con mazamorra o con pilco.
7.-Pipeño
Vino de uva de parrón de cepas sin origen definido, se fermenta en toneles y en tiempos breves, es típico de las zonas rurales de Chile y el favorito a la hora de mezclarlo con frutas para crear brebajes de verano como el borgoña -vino con frutilla-. Si no lo has probado, pídelo sin tapujos en restaurantes de barrio o peñas folclóricas, y no te preocupes si no llega en copa, este vino se toma en vaso y puesto a la mesa en jarras.
Foto: (cc) Francisco Abadal / Estudio Modolo