El Valle de Cachapoal es un destino donde el río Cachapoal se topa con la cordillera de la costa nacen una serie de pueblos mágicos que se ubican entre el río y la cordillera. Son pueblos que se perfilan entre rinconadas y villas, donde la actividad campesina, la artesanía, la chacarería, calles largas de arquitectura colonial, de haciendas y fundos y rancheríos campesinos dan vida a una ruralidad de más de 500 años.
Tradiciones que se mantienen sin grandes cambios, le entregan a este territorio una magia singular para ser visitada. La ciudad de Rancagua es puerta de entrada a este Valle ya sea por tren, buses o automóvil. Desde esta ciudad se planifican las excursiones al Valle y al resto de la región de O’Higgins. Compuesto por las comunas de Graneros, Rancagua, Doñihue, Coltauco, Coinco y Olivar, incluyen atractivos imperdibles como gastronomía típica, fiestas costumbristas, tejedoras de chamantos, chacoliceros y viñas. También, posee una naturaleza particular, donde los paisajes culturales se llevan todo el crédito.