La obra de la poetisa Gabriela Mistral y los lugares donde vivió en Chile tienen una estrecha relación. En nuestro país, Lucía Godoy Alcayaga creció, se inspiró y escribió gran parte de sus poemas.

 

En el Día Internacional de la Mujer, te mostramos cinco sitios que marcaron la vida de nuestra premio Nobel y que hoy puedes recorrer en busca de entretención, descanso e inspiración.

 

Un 10 de diciembre de 1945, Gabriela Mistral, recibió el Nobel de Literatura en Suecia y se convirtió en la primera persona hispano-americana en obtener el prestigioso premio. Este 2022 se cumplen 77 años desde el hecho histórico que enorgulleció a todo Chile.

 

Vicuña: el lugar que vio nacer a Gabriela Mistral

 

El 7 de abril de 1889 en Vicuña, una ciudad ubicada en el precioso Valle del Elqui, nació Lucilia Godoy Alcayaga, una niña que pronto haría historia como Gabriela Mistral.

 

Gabriela Mistral recordó siempre en entrevistas que nació y vivió sus primeros años “entre treinta cerros”, en medio de una familia de origen modesto, con un padre profesor y una madre modista.

 

Y Vicuña la recuerda como una de sus habitantes más prestigiosas, con una ruta que descubre los lugares de una Gabriela preadolescente a través de una ciudad que la homenajea constantemente.

 

Aquí puedes encontrar el Barrio Mistraliano donde te puedes encontrar con la docente sentada en una banca y el Museo Gabriela Mistral en su honor, dedicado a vida como poeta, docente y diplomática.

 

 

Las costas de Coquimbo

 

Coquimbo es uno de los lugares más importantes en la vida de la poetisa, ya que dio sus primeros pasos como educadora y poetisa.

 

Sus primeras letras fueron publicadas en el diario “El Coquimbo” en el año 1904, mismo diario que luego publicó su primer texto en el año 1908 con el seudónimo Gabriela Mistral.

 

Si vas de visita a Coquimbo, te recomendamos pasar por la Casa de las Artes Rural de La Cantera que recuerda la Escuela Nº 17 Elemental Mixta Rural de Coquimbo, donde Gabriela Mistral a sus 19 años fue nombrada como Preceptora Interina y comenzó a usar el seudónimo que la hizo conocida en todo el mundo.

 

Su recuerdo vive aquí, donde se realizan constantemente actividades culturales durante todo el año y posee una pequeña biblioteca para la comunidad.

 

 

La Serena: encuentra la casa de Gabriela Mistral

 

La única propiedad de la ganadora del Nobel en nuestro país se encuentra en La Serena. Pese a que Gabriela Mistral nunca alcanzó a vivir allí, la adquirió para vivir con su familia y crear una escuela.

 

La denominada «Casa de Las Palmeras» está ubicada en la Avenida Francisco de Aguirre. En la parte posterior está la Biblioteca Regional, que puedes visitar.

 

En La Serena también puedes aprovechar de visitar el hermoso Jardín Japonés, el Faro monumental y la Plaza de la Ciudadanía, en esta ciudad podrás disfrutar de varios sitios turísticos además de pasear por las pintorescas calles del centro.

 

 

Los paisajes del Valle del Elqui

 

Es un hecho conocido, que los paisajes del Valle del Elqui tuvieron una gran influencia en la literatura y el imaginario de Gabriela Mistral.

 

Su flora, clima y las sensaciones que vives al estar en este precioso lugar del norte de Chile, se reflejan en las palabras de Mistral, quien lo describe a la perfección en sus poemas.

 

Emociónate con la poesía de Gabriela Mistral descubriendo el Valle del Elqui a solo 30 minutos de La Serena. En este lugar encontrarás montañas, ríos, campings y cielos únicos. Si inspiró a una premio Nobel de literatura, vale la pena conocerlo para buscar descanso y aventuras.

 

 

Punta Arenas: el lugar de “Desolación”

 

Aunque pasó gran parte de su vida en la zona de Coquimbo al norte del país, Santiago y el mundo, Gabriela Mistral vivió y tuvo un significativo paso por Punta Arenas.

 

Llegó en 1918 para ejercer como directora del Liceo de Niñas de Punta Arenas. Fue aquí donde reflexionó sobre los modelos educativos basados en la construcción colectiva del conocimiento.

 

Punta Arenas también tiene otro significado para la poetisa, ya que aquí escribió “Desolación”, una de sus obras más conocidas que le dio reconocimiento internacional, cuya primera edición fue publicada en Nueva York.