Mística y misteriosa, la ruta Antakari sigue la huella de los viajes que hacían las comunidades indígenas a mediados del siglo XV por las localidades de Vicuña, Andacollo y Río Hurtado, en las alturas de la región de Coquimbo.
Recorrido lleno de pendientes y curvas que alcanza una extensión de 237 kilómetros, que premia a sus visitantes con impresionantes paisajes de territorios poco intervenidos por el hombre, pero con un gran valor histórico, arqueológico, paleontológico y natural.
Verdadero desafío para los amantes de la historia, que podrán ponerse en los zapatos de los molles, diaguitas e incas, que utilizaron estos caminos, y que hoy se han convertido en un circuito imperdible para conocer las bellezas del norte.
Observatorios y pisco
El recorrido parte en la localidad de Vicuña, específicamente en el Observatorio astronómico turístico Mamalluca. Acá puedes disfrutar de tours nocturnos guiados que permiten la observación de estrellas en uno de los cielos más despejados del mundo.
La aventura continua a través de la Torre Bauer, símbolo del poblado de Vicuña, data de 1905 y exhibe una galería con retratos de figuras ilustres de la zona. El siguiente paso es hacia el Museo Poetisa Gabriela Mistral, lugar donde nació la Premio Nobel. Ofrece una recreación de su casa natal, con objetos y muebles pertenecientes a la artista.
La segunda localidad que visita el circuito es Andacollo, acá el Observatorio Astronómico Turístico Collowara es el encargado de dar la bienvenida a los turistas. Con sus 3 terrazas de observación directa, además de su imponente nave central, logran entregar una experiencia única.
La Basílica Menor, Monumento Nacional donde que recibe a los miles de fieles que visitan cada año a la Virgen del Rosario de Andacollo, es el siguiente hito a recorrer.
Después de un descanso, los excursionistas pueden conocer la Sala Museográfica Yahuin, la Iglesia Menor-Museo de Ofrendas, donde se guardan celosamente testimonios de los peregrinos que participan de las festividades religiosas de la zona, para terminar en la Ruta del Oro, que recorre la veta donde se extraía este preciado metal.
El último poblado en la huella de la ruta indígena de Antakari es Río Hurtado, acá el Monumento Natural Pichasca entrega una hermosa vista de la flora y fauna nativa que se puede recorrer a través de las rutas de Senderos de Chile, donde se van encontrando vestigios paleontológicos de comunidades y animales prehistóricos.
Como última parada, se puede disfrutar de las bondades del Fundo Humalata donde se fabrica el Pisco Mal Paso. Brebaje de 35 y 40 grados de alcohol, fabricado a base de uva Moscatel y Moscatel de Alejandría, recomiendan probarlo solo o con trocitos de hielo para deleitarse con su sabor y textura.