A tres horas de Santiago, en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins en la comuna de Machalí, se encuentra esta reserva, que se caracteriza por entregar espectaculares vistas de las montañas de la pre-cordillera de Los Andes.
Un lugar que ofrece un panorama familiar por las distintas actividades que hay en su interior: Camping, Trekking, cabalgatas, avistamiento de flora y fauna y, lo más importante, un descanso en medio de la naturaleza.
La entrada al parque es de $2.200 por persona y, si te quedas en el Camping son $5.000 el sitio por 7 personas. Al entrar, son 6 km. hasta primer Camping El Ranchillo, trayecto que se puede hacer a pie o en auto particular. Ya instalados, empieza la etapa divertida: planear qué senderos explorar.
Los recorridos que se despliegan a lo largo de la Reserva son: Tricahue y Los Peumos, ambos dotados de naturaleza exuberante para el deleite de la vista del caminante.
El primero de 190 metros, es de baja dificultad, por lo tanto apto para personas de todas las edades y gran atractivo son los Loros Tricahues, que a lo largo del sendero acompañan a los visitantes hasta el mirador final, donde hay una vista privilegiada a una quebrada.
El recorrido Los Peumos, tiene distintos senderos con diferentes dificultades a medida que se avanza en el camino. Desde Ranchillo, el camping principal, caminas 20 minutos y te encontrarás con el mirador “Vuelta de la Guardia”, que es ideal para descansar y deleitarse admirando la inmensidad del valle del Río Cachapoal. Toma fotografías de la belleza del paisaje, será un recuerdo imborrable.
Foto: (cc) Austral Blizard.
Senderos y Observación
A partir de este punto, 2 kilómetros más adelante comienza el sendero Maitenes, que ya se transforma en un recorrido de alta montaña y se vuelve más difícil, por las distintas quebradas que hacen del camino fatigoso, pero un manjar para los amante del Trekking.
A 10 km. del inicio se encuentra el sector “El Indio” lugar donde la “Cultura Guaquivilo” dejó sus huellas en el cuerpo de las montañas. 7 km. más adelante la laguna “Agua de la Vida” ofrece a los pies fatigados, un tiempo de relajo en sus aguas cristalinas, mientras en un mirador cercano se aprecia el Volcán de Cotón.
Para los más atrevidos, el sendero sigue 3 km. hasta ser testigos de una vista panorámica del Glaciar Cipreses y el inicio del río del mismo nombre, además del Volcán Palomo, coronando así este largo trayecto que vale la pena terminar.
La Reserva es administrada por Conaf, cumple una importante tarea de preservación de flora, de especies como Peumos, Quillayes y Litres; y de fauna como el zorro culpeo, zorro chilla, loro tricahue (en peligro de extinción) y el guanaco que está en los sectores más inaccesibles.
En resumen, un lugar perfecta para una escapada de fin de semana dedicada al relax, conectada a la naturaleza, con actividades entretenidas para ir en familia y salirse de la rutina.
Foto: (cc) Diego Alarcón.