Isla Kaikué-Lagartija, ¡ya es Monumento Nacional!

Esta particular isla de 120 metros de diámetro, es el hogar de una biodiversidad increíble, un paisaje cautivador y además registra vestigios de la vida de antiguos asentamientos humanos. ¡Llegó la hora de visitarla!

A unos seis kilómetros de navegación de la caleta de pescadores de Pureo (a 20 minutos de la ciudad de Calbuco) se ubica la isla Lagartija o como también es conocida Isla Kaikué (que significa isla de los pájaros). La búsqueda por lograr transformar esta zona en un monumento, comenzó a mitad de año y nace del interés de proteger la flora y fauna que se ubican en el lugar y también el patrimonio cultural y natural del país.

¿Qué significa Monumento Nacional? Según la Unidad de Patrimonios, es aquel bien patrimonial que cuenta con una protección oficial, que puede ser de tipo mueble e inmueble, de tipo cultural y natural; se puede reconocer y clasificar bajo 6 categorías, entre ellas la de Santuario de la Naturaleza, como es el caso de la Isla Lagartija.

El  Santuario de la Naturaleza  se le otorga a los territorios, ya sean terrestres o marinos, que permitan estudios geológicos, paleontológicos, zoológicos, botánicos o de ecología; o que cuenten con características físicas que puedan ser de interés para la investigación o para el propio Estado. En el caso de la Isla Lagartija, el Seremi del Medio Ambiente de la Región de Los Lagos y biólogos marinos de la Universidad de Los Lagos se encargaron de monitorear la isla durante tres años para recaudar los datos necesarios para el proceso de adjudicación del título de Santuario de la Naturaleza.

Biodiversidad

La Isla es más que una bella postal. Explican desde la Municipalidad de Calbuco, que la Universidad de Los Lagos, existe la presencia de aves marinas que nidifican en el lugar, entre ellas el pingüino magallánico, la gaviota dominicana y el pato quetru no volador. Además de otras tantas especies que utilizan el islote para descanso y/o alimentación. También este ecosistema incluye colonias de aves y reptiles.

El valor de su historia

Kaikué conversa evidencia sobre cómo vivían los antiguos pueblos originarios. Una vez en el lugar, se ven varios corrales de pesca y varaderos de canoas… La historia frente a los ojos de todos los visitantes. Estos recuerdos no se ven afectados por la comunidad local que practica la pesca, a través de la recolección de orilla.