De seguro has escuchado hablar del newen mapuche. Se suele traducir como fuerza o energía y se usa cotidianamente como una frase de aliento, pero lo cierto es que es un concepto que va mucho más allá en nuestra cosmovisión, ya que esa energía está presente en todo lo que nos rodea: el agua, la tierra, el viento, la lluvia, los árboles, las aves y, principalmente, donde la vida conserva su esencia libre. En la medida que nos conectamos de manera profunda con la naturaleza, en equilibrio con esas fuerzas y los seres que la habitan, logramos practicar el Kume Mongen o el «buen vivir».
Para nuestra cultura el hombre no está por sobre la naturaleza, sino que es parte de ella, en una relación que trasciende lo meramente físico e incluye también lo espiritual. Con esa premisa es que te invitamos a estas tierras a aprender de ese buen vivir y descubrir que la comuna de Panguipulli es mucho más que lindos paisajes, lagos, volcanes, termas y bosques. Vivimos en un lugar donde la naturaleza está tan viva que es capaz de despertar un corazón apagado.
¿Te has detenido alguna vez a sentir el bosque? ¿Has escuchado lo que dice el viento? ¿Has visto lo que te quiere mostrar el volcán? En la medida que uno se dispone a respetar un espacio y abre sus sentidos, el piwke (corazón) comienza a reconectarse y a llenarse. Y mientras nos adentramos en un bosque, o subimos por un sendero hacia lo alto de las montañas, iremos compartiendo contigo los relatos de nuestros antepasados y lo que ellos nos enseñaron para sentir en profundidad la naturaleza que nos rodea.
Ese es el newen mapuche que queremos compartir.