No sólo las iglesias declaradas como Patrimonio de la Humanidad por Unesco constituyen el patrimonio del Archipiélago de Chiloé, sino que además se encuentran otro tipo de obras en diversos lugares de su territorio. Un sector que se destaca en este ámbito, es el que te relatamos a continuación.

Fundada en 1567, Castro, la capital de la provincia de Chiloé, es la tercera ciudad más antigua de Chile y cuenta con un aeropuerto que te permite contactarte desde Santiago en poco más de dos horas y también con otras ciudades. Una importante posibilidad de arribo es la Ruta 5 Sur, por medio de un transbordador que sale desde Pargua a Chacao, donde se llega en 30 m. de navegación.

La ciudad está emplazada en una lengua de tierra entre el estuario del río Gamboa y el estero de Tentén. El bordamar es una sucesión de pintorescos palafitos, construcciones típicas de casas de madera levantadas sobre pilotes en el agua. Estas edificaciones constituyen manifestaciones únicas en su género, tanto en Chile como en el extremo sur de América.

Los ubicados en el sector de Gamboa se han convertido en un barrio turístico con hoteles, restaurantes y tiendas. Si pernoctas aquí la experiencia será única e inigualable.

Un imperdible es recorrer la costanera que bordea la ciudad. En ella se ubican la caleta de pescadores, el fondeadero de embarcaciones, los mencionados palafitos y, en su sector sur, la Feria Campesina Lillo, complejo turístico comercial donde se ofrecen artesanías y productos comerciales complementados con marisquerías.

Otros puntos que no te debes perder son recorrer la Plaza de Armas, donde resalta la hermosa iglesia San Francisco, el mercado artesanal, que te permitirá admirar la artesanía chilota y calentar el estómago con cazuelas, curantos, pescados y maricos. Y el Parque Municipal, lugar donde se realiza el Festival Costumbrista de Castro, a fines de febrero de cada año.

Frente a la ciudad está la península de Rilán, no dejes de visitarla. Este territorio fue nombrado por la FAO como Patrimonio Agrícola Mundial.
Aquí puedes empaparte de la vida tradicional campesina chilota, conocer su pequeña iglesia, avistar aves endémicas en sus humedales y admirar su geografía en sus múltiples miradores. Rilán tiene magníficos hoteles y alojamientos de agroturismo.

A sólo 20 km. de Castro, puedes ir por el día a recorrer el poblado de Dalcahue y la isla de Quinchao. En el pintoresco mercado de Dalcahue puedes encontrar los clásicos chalecos, bufandas y gorros de lana, además de cestería, madera tallada, comida típica y licores de la zona. Se recomienda visitarlos los días domingos, donde concurren mayoritariamente los artesanos de las islas vecinas.

Desde Dalcahue salen regularmente excursiones en lanchas que recorren el canal del mismo nombre, en un atractivo paseo y ferries hacia la isla de Quinchao, donde un apacible camino te conectará con los pintorescos pueblos de Curaco de Vélez, Achao y Quinchao.

En Achao está la iglesia más antigua del archipiélago. Y en el lugar, en la primera semana de febrero, se lleva a cabo el Encuentro de las Islas del Archipiélago, una muestra de costumbres, música y gastronomía insular.